Es el defecto, estúpido
Lo
que voy a transcribir fue publicado en el Suplemento Radar, de Página 12, el
domingo 25 de noviembre pasado. Es una nota a tres escritores brasileños,
Bernardo Carvalho, Andrea del Fuego y Altair Martins, en ocasión de una visita
que hicieron a Buenos Aires para participar en un encuentro en el Malba sobre
la literatura de su país.
En
un momento, Carvalho habla sobre modelos establecidos de escritura en la
actualidad. Sabemos que cuando hay un modelo, hay una diferencia entre lo que
está bien y lo que está mal. Sabemos también que esos modelos suelen ser formulados
y sostenidos por el mercado. Y que el criterio que al mercado le permite diferenciar
lo bueno de lo malo está en relación a las ventas que una obra produce.
La
diferencia no tiene lugar en esta lógica, puesto que es la expresión de una
desviación respecto del modelo establecido. Por lo tanto, el destino de lo
diferente es el rechazo, su ocultamiento o la más completa ignorancia.
Mientras lo homogéneo valida,
lo diferente interroga. ¿Y acaso hay algo más
inútil que buscar preguntas allí donde únicamente se acepta la escritura de
respuestas?
Bueno, aquí va la
transcripción prometida de un fragmento del artículo:
El realismo urbano, sin
embargo, también ha cobrado un espacio importante en la producción literaria más
reciente, y es sobre la proliferación de esta estética que Bernardo Carvalho
apunta: “Me parece que la búsqueda de esa eficiencia de la que hablaba tiene que
ver con construir una estética y un lenguaje cada vez más realista en el
sentido de que sea más fluido, donde haya menos ruido, menos interrupción. Hubo
una época en que el error era fundamental en la literatura, el defecto era
interesante porque es el defecto lo que marca la diferencia, y hoy hay cada vez
menos posibilidades de publicar el defecto. Cada vez es más profesional: vas a
un taller literario donde aprendés técnicas, donde aprendés por qué un cuento
es mejor que otro. Ahora, ¿por qué ese cuento muy malo no es maravilloso? Es eso
lo interesante de la literatura. ¿Por qué el error y el defecto no es la
cualidad? Hay un anhelo muy grande por parte de Brasil de querer participar en
esa especie de concierto universal literario. (…) Entonces pienso que el modelo
de literatura que se está creando es un modelo con varias diferencias entre
autores, pero es un modelo basado en la tradición anglosajona reciente, que es
el modelo del mercado”.