sábado, 21 de enero de 2012


Dialogando con Victoria Monti 2:
Lo que se hace con lo que se deshace
Por Román Podolsky-Enero de 2012

Tarde pero seguro, continúo dialogando a través de estas líneas con Victoria Monti, estudiante de la carrera de Actuación de la Universidad de Córdoba, que participó en el seminario que dicté allí en el mes de agosto del año pasado.

En su momento, algunas de sus inquietudes motivaron una vuelta de tuerca sobre la cuestión de quien es efectivamente el que escribe cuando de dramaturgia de actor se trata. Las conclusiones de dicha reflexión fueron publicadas oportunamente en este blog en un artículo que titulé: “Dialogando con Victoria Monti 1: ¿Dramaturgia de actor como qué?”

 El hecho de que aquel título llevara el número 1 hacía imaginar que ese diálogo tendría una continuidad. Es que, efectivamente, me había quedado en el tintero otra inquietud manifestada por Victoria, que me parecía más adecuado tratar en otro artículo, y que se refiere  a una demanda de mayor sistematicidad a la hora de transmitir herramientas para la elaboración dramática.

Antes de escribir sobre este punto creí necesario hacer algunas pruebas en la práctica y para ello aproveché los seminarios que dicté en La Pampa y en Madrid, en octubre y en noviembre de 2011 respectivamente.  Ahora, en pleno enero del nuevo año, habiendo pensado y puesto en práctica lo pensado, cumplo con el impulso original de transformar en notas mis respuestas a Victoria Monti, completando así estos “diálogos”.

En realidad, el “ajuste” que se me ocurrió poner a prueba resultó sencillo. (Fue más difícil, como suele suceder, entender el problema que pensar la solución. O tal vez habría que decir que llegar a formular el problema ya sea parte de la solución, sino la solución misma)

Concretamente, lo que hice fue proponer que cada participante generara escenas a partir de la articulación de sus propios dichos en lugar de hacerlo a partir de la articulación de los dichos propios  con  los de los compañeros.

Lo que yo venía observando es que, en el esfuerzo de articular semejante variedad de temas  y puntos de vista, si bien se lograba atravesar ciertas convenciones de escritura, no se alcanzaba a plasmar al mismo tiempo  una consistencia dramatúrgica que pudiera llevarse a escena para poner a prueba su teatralidad.

En general, observaba que -salvo excepciones- los trabajos resultaban en agregados de frases sueltas e inconexas que, si bien hacían justicia al camino de exploración y ruptura recorrido durante los ejercicios previos, no se constituían en cambio  en escenas (o al menos bocetos de escenas) propiamente dichas. Carecían en suma, de una mínima consistencia dramática que hiciera posible su actuación.

En cambio, al proponer que la escritura tomara como insumo únicamente el material surgido de los propios dichos de cada uno (y que el resto de los compañeros había registrado para hacérselo llegar), los participantes encontraron un camino que les permitió no solo cuestionar los lugares comunes de las convenciones teatrales explorando formas de decir insospechadas, sino que también los dejó mejor posicionados a la hora de enfrentar los problemas propios de la construcción dramática (estructura, relato, conflicto, personajes, situaciones, acontecimientos, etc.).

Así, cada participante pudo experimentar la sensación de que el trabajo de ruptura y encuentro de una mirada propia más allá de las convenciones iba produciendo al mismo tiempo la acumulación, profundización y progresiva sistematización del material surgido en ese recorrido.

En suma, tratándose de los seminarios de dramaturgia en base a los dichos de los actores, lo que me va quedando claro es que los ejercicios que combinan textos surgidos de los dichos de diferentes participantes, son funcionales en los inicios del trabajo a los efectos de generar ruptura de convenciones y apertura de sentidos.

Pero una vez superada esta etapa, es preciso desarrollar esta metodología ciñéndola específicamente al tema que trae cada participante. Esto permite una dialéctica más rica entre lo que se deshace y lo que se hace con lo que se deshace.