domingo, 9 de octubre de 2011

Dialogando con Victoria Monti 1:
¿Dramaturgia de actor como qué?
Por Román Podolsky
Octubre 2011

En estos días recibí un comentario sobre mi artículo “Una técnica”, recientemente publicado en este blog. Su autora es Victoria Monti, quien fue alumna mía en el seminario que dicté en la Universidad Nacional de Córdoba en agosto pasado.

Las observaciones de Victoria son muy elogiosas para con el artículo en cuestión, lo cual me halaga y agradezco. Sin embargo, lo más interesante de éstas es haber puesto por escrito algunos interrogantes que tanto el artículo como su experiencia en el seminario le dejaron.

Aquí me referiré a uno de ellos, intentando una respuesta siempre provisoria. Es decir: hasta que aparezca otra que me satisfaga más.

Victoria dice en su comentario:

Con respecto al contenido, -se refiere al contenido del artículo R.P.- es interesante el/un enfoque. También es cierto que, en lo personal me quedan algunas dudas, preguntas, incertidumbres (lo cual es bastante lógico, tratándose de una cuestión teatral). El término "dramaturgia de actor" me resulta como incómodo. Me falta una definición de dramaturgia en ese caso, "dramaturgia como...", y porqué no de actor "actor como..."

Victoria hace referencia aquí a un modo de intervención que utilizamos frecuentemente en el trabajo con las palabras de los actores y que consiste en preguntarles “como qué” cuando surge de parte de ellos algún término que se pretende como conclusivo. Al tener que responder a esa pregunta, los actores se ven obligados a particularizar aún más sus dichos, allí donde la voluntad de decir se considera satisfecha. Por ejemplo, decir que el “cielo estaba claro”, no es lo mismo que decir que el “cielo estaba claro como líquido”.
Es un modo de relanzar la circulación de la palabra, promoviendo así una expresión cada vez más personal.

En todo caso, Victoria me está invitando a particularizar todavía más mi concepción de la dramaturgia de actor. Y debo decir que el desafío me parece muy atractivo y me ha dejado pensando si acaso, dicha denominación le hace honor al trabajo que llevo adelante, tanto en los seminarios como en mis montajes.

Dramaturgia de actor remite a un tipo de creación teatral que no parte de un texto dramático previamente establecido. Es un modo de nombrar esa práctica que se nutre de lo que los actores van diciendo en el proceso de ensayos y que luego es estructurado a los fines de configurar un espectáculo. El término alcanza su sentido pleno cuando se lo opone a la dramaturgia de escritorio, en la que un autor, en soledad, escribe un texto para su posterior representación.

A propósito, Victoria se -me- pregunta más adelante quiénes son los que escriben en la dramaturgia de actor.

Según mi experiencia, el rol del autor en la dramaturgia de actor es un rol vacante, vacío. Habitualmente es el director quien se ocupa de ir estableciendo los comunes denominadores que van surgiendo en el proceso creativo. Con ellos, el va ensayando una articulación, una secuencia que es puesta a prueba y revisada junto a los actores tantas veces como el trabajo lo pide.

Sin embargo, muchas veces sucede que los actores, o alguno de ellos en particular, se suman al trabajo de autoría, escribiendo, discutiendo lo escrito, o aportando ideas para la estructuración dramática del material.

Incluso puede ocurrir que, llegado el caso, sea necesario convocar a un dramaturgo para que colabore en el proceso, una vez iniciado.

Es decir que, por oposición a la dramaturgia de escritorio, donde el autor está claramente establecido, la dramaturgia de actor no podría responder taxativamente a la pregunta que nos formula Victoria. Lo que le da su atractivo y no poca complejidad a este procedimiento de escritura es justamente su carácter colectivo, más allá de quien o quiénes se ocupen finalmente de la estructuración del material.

Y si esto es así, tal vez deberíamos retomar la cuestión de la denominación dramaturgia de actor para afirmar ahora que por la experiencia señalada, no son necesariamente los actores los que escriben en los procesos creativos así denominados. Muchas veces es el director -como dijimos- quien toma ese rol a cargo, justamente por las facilidades que el rol ofrece en términos de percepción de conjunto.

Lo que sí tal vez le haría más justicia al modo en que trabajamos sería denominarlo dramaturgia de los dichos de los actores, poniendo así el énfasis en el origen de los contenidos, en la procedencia de los temas, las palabras, las situaciones, los personajes y no tanto en aquel o aquellos que se ocupan de articular todo ello dramáticamente.

Debería responder entonces la pregunta de Victoria de este modo: ¿Dramaturgia de actor como qué? Como la dramaturgia de los dichos de los actores, más allá de quien se ocupe de su articulación dramática.

Hasta que se me ocurra una nueva respuesta.